El sueño de todas las personas es un equilibrio en su vida, y dentro de este deseo se encuentra el encontrar un trabajo que sea bueno, englobando una estabilidad de un ambiente agradable, buen sueldo, el crecimiento profesional y personal y algunos otros factores que idealizamos para llamarlo “trabajo digno”.
Por: Maria Fernanda Padilla Quezada.
Como tal, el trabajo digno, es un derecho que todas las personas poseemos, así lo establece la Constitución, dictando que es un derecho que nos pertenece por el hecho de ser seres humanos.
Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.
Trabajo digno es igual a salud mental.
Todos sabemos que para los seres humanos siempre la salud física es indispensable para cada rutina de la vida, pero hemos dejado de lado la salud mental, la cual tiene la misma importancia que esta. Dentro de la rutina diaria, se encuentra “el trabajo”, sin duda alguna representa la actividad que el 60 % de la población realiza.
Al cuestionarnos, ¿Qué consideramos como trabajo digno?, ya mencionado lo anterior, es importante destacar el cómo, para conseguir ese equilibro y/o balance, un punto indispensable es el bienestar personal, o en muchos casos conocidos, el bienestar emocional.
La salud mental estable en un “trabajo digno”, juega un papel primordial para el desempeño y cumplimiento de todas aquellas tareas requerida diario en una empresa, institución, o lugar de trabajo. No solo basta con el conocimiento de una persona; si nos ponemos a pensar, una persona que emocionalmente presenta un estado inestable, su porcentaje de ánimo, concentración, estabilidad, y esfuerzo se ve en un nivel de decremento.
¿Por qué la salud mental?
Es importante mencionar que estar en un trabajo, es como una segunda casa, o así lo asimila la mayoría de las personas, por motivos de pasar más de seis horas continuas al día, mencionando que hay trabajos que su demanda requiere más de diez horas. También se le considera así porque interactúas con gente que llegan a pasar de compañeros a amigos, o incluso familias.
Un hogar inspira a un lugar de tranquilidad, de seguridad, de descanso y de protección, y es aquí cuando el trabajo puede diferenciar de lo que es un “un hogar”. El trabajo claro está, que se comprende en muchas ocasiones de una subordinación de Patrón-Empleado, para la obtención de un resultado de beneficio para el patrón, sin embargo, también para el empleado, ya que se adquiere un salario y conocimiento constante para este.
Si permaneces en un área de labor donde la salud emocional está en juego es una preocupación muy grave. Un trabajo en el que constantemente los empleados, no importa la jerarquización, se encuentran en niveles altos de estrés, frustración, cansancio y desmotivación emocional es una alarma de gravedad para el patrón. Generar un ambiente de esta magnitud puede ser un obstáculo para llegar a la meta de todos los objetivos de ese trabajo y/o empresa, al igual que, presenta un inquietante riesgo para la estabilidad emocional de los trabajadores.
Riesgos para la salud mental.
En relación con los riegos, se puede encontrar ciertas características como el horario inflexible o rígido, la carga excesiva de trabajo, la falta de crecimiento profesional, un ambiente inestable, un salario que no recompense la satisfacción del esfuerzo, entre muchas otras.
Algunos de los riesgos que se presentan en los empleados, colaboradores o trabajadores son:
La insuficiencia de capacidades.
Condiciones físicas y emocionales de trabajo inseguras o deficientes.
Violencia, acoso u hostigamiento.
Discriminación.
Inseguridad laboral, remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional.
Demandas conflictivas para la conciliación de la vida personal y laboral.
Algunos de los riegos que se presentan en las empresas, patrones o instituciones son:
Pérdida de productividad.
Ausentismo laboral.
Altos costos de atención de la salud.
Depresión en el ambiente laboral.
Decremento en los resultados de cada objetivo de la empresa y/o trabajo.
¿Cómo podemos combatirlo?
Para todo tipo de problemas y soluciones, siempre es importante que se encuentren las dos partes interesadas en un mismo objetivo “solucionar de una buena manera el problema”. Con la ayuda del patrón, la empresa, institución, los empleados (trabajadores), y todos aquellos que formen parte de este vínculo de relación de trabajo y las medidas necesarias se obtendrá una solución adaptable a la situación.
Algunos de las medidas son:
Facilitar el acceso a la atención de salud para los empleados que los necesiten.
Sensibilizar en temas de salud mental.
Combatir el estigma y fomentar la discusión abierta sobre salud mental en el trabajo.
Hablar sobre las necesidades emocionales de cada uno.
Practicar la resiliencia y auto cuidado.
Capacitación al personal de trabajo en la esfera de salud mental.
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